CLASE
DE FILOSOFIA
¿Cómo es la clase de
filosofía? ¿Es igual que las demás? Déjeme que les diga que NO!
Para muchos, Filosofía es una simple clase, una materia mas dentro
del horario de bachillerato que se debe aprobar; para otros, es una
de las clases mas aburridas, una clase la cual hace dormir y que
normalmente a nuestra edad odiaríamos. Pero, para mi y creo que para
mis compañeros de primero de bachillerato es una de las mejores
clases que hemos tenido durante este curso, la clase mas esperada de
la semana y una de las mas preferidas. Pero ¿ A qué se debe esto?
¿Por que es diferente?
Primero que todo, la
clave o la respuesta a estas preguntas radica en nuestro profesor y
tutor Don Enrique, que es uno de los mejores profesores que he tenido
a lo largo de mi vida como estudiantes. Don Enrique ha sido mi
profesor desde el año pasado y, desde un principio, ha marcado la
diferencia del resto de profesores. Sus clases son las más esperadas
por todos porque son muy entretenidas, amenas y aprendemos mucho de
él, a pesar de que estudiamos, por ejemplo, el pensamiento
filosófico sobre la sociedad, la política o el alma-cuerpo, y que
se supone que es muy aburrido. Creo que su método de enseñanza es
excelente ( basándose en el respeto que debe haber entre
profesor-alumno), ya que nos saca una sonrisa en cada una de sus
clases y consigue que cada uno de sus alumnos estén callados y
pongan atención, y si no es así, nos amenaza con el famoso cuadrado
de la muerte, aunque es un poco para niños pequeños consigue su
objetivo. Otros motivos, por el que puedo decir que es un profesor
totalmente diferentes a los otros, son sus frases típicas, por
ejemplo: “Queridos niños, queridas niñas y publico en general...”
o sus famosos paréntesis pedagógicos que no tienen nada que ver con
la clase, pero nos incita a la reflexión.
Por otro lado, este año,
ademas de tenerlo como profesor, tuvimos la suerte de tenerlo como
tutor. Él estuvo muy pendiente de nosotros, gastando parte de su
tiempo reuniéndose con cada uno de sus alumnos y ayudándonos con
las dudas sobre nuestro futuro. También, se reunió con nuestros
padres, a los cuales les informaba de nuestras notas y de nuestro
progreso en el año.
Por último, quiero darle
las gracias a mi tutor, mi héroe, por estos dos años que he tenido
la suerte de tenerlo como profesor y espero que el próximo año siga
siendo mi profesor de Filosofía.